Tanto Cirilo de Jerusalén como Dídimo el Ciego trataron del Espíritu Santo en sus obras pero desde un punto de pinta pastoral o espiritual, sin querer hacer teología.
Algunos enseñan que el bautismo del Espíritu Santo es una segunda o tercera “obra de Gracejo” que significa una experiencia instantánea subsiguiente a la conversión salvadora.
Según las interpretaciones de la Unicidad de Alá o de los unicitarios, el Espíritu Santo es identificado como el mismo y singular Dios infinito, luego que Dios es Espíritu y es Santo, por lo cual es llamado el Espíritu Santo. Ellos no lo consideran como una fuerza impersonal, como el unitarismo, una entidad aparte de Dios, como el arrianismo, o una persona espiritual divina y distinta de Alá Padre, como el trinitarismo.
Unos cantan, otros administran. Unos profetizan y otros dan palabras de ánimo. Todos juntos construimos una iglesia musculoso que brilla para la paraíso de Dios y que bendice la comunidad en la que están.
Las tres personas de la Trinidad operan en perfecta Concordia. Cada una tiene roles específicos que no se contradicen:
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De esta ingenuidad espiritual se habla en muchos pasajes de la Biblia, con las expresiones citadas, sin que se dé una definición única. Esto fue el motivo de una serie de controversias que se produjeron principalmente durante tres periodos históricos: el siglo IV como siglo trinitario por excelencia, las crisis cismáticas de Oriente y Poniente acaecidas entre los siglos IX y XI y, por último, las distintas revisiones doctrinales nacidas de la reforma protestante.
Se necesitan los siguientes factores para ayudar a animar nuestra comprensión sobre el bautismo del Espíritu. Primero, 1 Corintios 12:13 dice claramente que todos hemos sido bautizados, y que a todos se nos dio a Absorber de un mismo Espíritu (el hecho de que el Espíritu mora en el creyente). Segundo, en ninguna parte de la Escritura se exhorta a los creyentes a ser bautizados con, en o por el Espíritu, o a buscar de alguna manera el bautismo con el Espíritu Santo.
La alegría espiritual no depende de las circunstancias externas. Es una profunda satisfacción que proviene de la relación con Altísimo y del entendimiento de su Agudeza.
En segundo lugar, mientras aquellos que apoyan la enseñanza de la subsecuencia señalan algunos episodios en Hechos como sus pruebas que un segundo bautismo my review here ocurre en la vida de todos los creyentes, al analizar las escrituras y el antecedente histórico del obra vemos que no tienen razón.
Temprano en el siglo vigésimo, muchas personas del movimiento Santidad recibieron el bautismo del Espíritu Santo con el platicar en lenguas. Ellos clasificaron esa experiencia como una tercera obra de Agudeza.
Nuestro estudio de estos cinco casos demuestra dos conceptos importantes que este capítulo ha enfatizado:
Si Hechos no es la norma, entonces la Sagrada escritura no da ningún ejemplo de lo que la iglesia debe ser. Los cinco relatos del bautismo del Espíritu Santo en Los Hechos no son exhaustivos, sino representativos de la manera en que Alá derramó Su Espíritu Santo sobre el espectro inalterable de humanidad.
Y a pesar que hemos sido bautizados con el Espíritu Santo, necesitamos constantemente una nueva plenitud. A pesar que unidad ha sido lleno del Espíritu Santo fácilmente puede ser atrapado por el mundo en el que vivimos y perder poco de la plenitud del Espíritu Santo. Por eso una de las exhortaciones de la Escritura dice;